Qué lindo todo esto. Paraiso con serpientes y murciélagos. El viaje fue eterno, la llegada al aeropuerto de Lima algo nerviosa pensando en los posibles con los que potencialmente me podia encontrar: inmigración, aduanas y fauna aeropuerteña _carteristas, taxistas pesados, pedigüeños y otros vampiros urbanos. Al final mucho mas tranquilo de lo que pensaba. Los de inmigración sólo quieren asegurarse de que eres capaz de escribir tu nombre en letra de imprenta en la tarjeta que te proporcionan en el avión, prueba superada. Por cierto que desde el avión obtuve unas vistas privilegiadas de los millones de hectáreas de espesa selva amazónica que aún no han sido invadidas por la industria maderera.
El taxista estaba esperándome con su cartelito y cara de pocos amigos, "se puede fumar en tu taxi?" "si claro". Un viaje de hora y media, mucho tráfico, luces de neón anunciando casinos, comida barata, tragos, etc. Thank God it's Friday's, Starbucks coffee y todo lo demás.
Aquí podeis ver la habitación en casa de mi amiga done me hospedo:
Aquí una magnífica puesta de sol desde la terraza del lujoso apartamento en la playa de Las Palmeras, a una hora y media hacia el sur de Lima:
y aquí el terrorífico mensaje que aparece en las cajetillas de cigarrillos Lucky Strike peruano. Por favor mirar la cara que se le quedó al tipo por fumar. Yo no he visto nada igual, casi consiguen que deje de fumar instantaneamente:
Espeluznante! Y por último el aviso definitivo para evitar que los invitados se te meen en la piscina, asumiendo que tienes una piscina en casa y asumiendo que tienes amigos a los que invitar: