miércoles, 22 de febrero de 2012

Bellesa y la psicología de los cangrejos

Los dias de carnaval pasaron relativamente rápido, como un huracán de colores fugaces y sensaciones agridulces que deestruye todo a su paso dejando tras de si montañas de escombros y billetes de euro hechos trizas. En Rio moramos en casa de Rafael. Muito obrigado por todo amigo. Decidimos escapar de la psicosis por motivos que tuvieron que ver con nuestra paz interior y un instinto de autoprotección. El dinero también fué un factor de peso. Aquí dejo una imagen del atardecer en la playa de Copacabana, destellos rosaceos en el horizonte tras los morros del litoral carioca y niños jugando a futbol por todas partes.
Aceptamos las sabias sugerencias de la familia de Rafael y nos dirigimos hacia Paraty. Esta es una pequeña ciudad costera a medio camino entre Rio y Sao paulo donde la gente que desea pasar un carnval alternativo se concentra para relajarse en playas cuasi deserticas, lucir tatuajes y músculos, fumar flores y cantar hasta el amanecer. Primero pernoctamos en un camping hasta que conocimos a Yogi (no estoy seguro de que esta sea la manera correcta de escribir su nombre, pero como tampoco es su nombre real supongo que no importa mucho) y él nos mostró la belleza de las playas locales. Enamorados del lugar, decidimos trasladar el campamento hasta la Playa do Sono, una especie de Ibiza carioca. Para poder acceder a esta playa se ha de caminar durante una hora y media de incesantes ascensos y descensos a través de una espesa floresta, sin embargo el camino se hace ameno por la belleza del paisaje y la abundancia de insectos nunca antes vistos. También es frecuente encontrar amables brasileños que sonrien y saludan con un Opa! o con un Belleeeesa.

Playa do Sono contemplada desde la última abertura antes de descender hasta la fina arena. La belleza del lugar recompensa con creces al cansado viajero tras la caminata de una hora y media con la casa a cuestas
Y así fué que pasamos los días de carnaval, alejados del tumulto humano que serpentea por el laberinto de asfalto al ritmo frenético de la samba. Dejamos escapar la oportunidad única de poder explicar a las futuras generaciones que, efectivamente, estuvimos en el carnaval de Rio aquellos dias extraños. Sin embargo, encontramos nuestro paraíso lo que finalmentre probó ser igual de divertido y mucho más saludable para nuestros bolsillos. Además tuve la oportunidad de sentarme en la orilla durante largas horas para estudiar la psicología de los cangrejos de mar, una experiencia insuperable.


Playa desierta y sirena durmiendo a la sombra de las palmeras


Entonces... En la Playa do sono conocimos a una pareja de jóvenes Paulistas que se ofrecieron a traernos a Sao Paulo, pasando por un lugar llamado Ubatuba para pasar la noche y evitar el denso tráfico de carnavaleros intentando volver a la megalópolis en una via de un solo carril.
Salimos esta mañana a las 6 de la madrugada y hemos llegado hace unas horas para reencontrarnos con la civilización, el internet, la polución de los coches y el horizonte invisible de hormigón. Siguiente destino: Foz do Iguaçu, 15 horas en bus de Sao Paulo, en la triple frontera Brasil-Uruguay-Argentina. Besos y cariño para familia y amigos, espero poder enviar noticias pronto pero también deseo seguir tan perdido en la nada como hasta ahora. COMENTARIOS!!!

domingo, 12 de febrero de 2012

Eu gosto de assistir

He pasado tres días en Sao Paulo intentando reunir fuerza para publicar algo en el blog. El tiempo no está ayudando; desde que llegué no ha parado de llover. De hecho la puesta de sol que publiqué en mi anterior entrada fue la última vez que pude vez el carro de Helios, y la verdad empiezo a echarlo de menos. Sin embargo la pena y la lluvia no han amedrentado mi insaciable necesidad de seguir caminando. Paseos eternos por el centro de Sao Paulo se traducen en apenas unos milimetros sobre el mapa. Rascacielos por todas partes y un feeling cosmopolita y bohemio que hacen que uno se olvide de que tan sólo hace 10 días que estaba en plena selva en Acre. Sao Paulo no parece, sino es una mezcla entre Lima y Londres, lluvia incluida.


Atrás queda la claridad inmaculada del atardecer en Mato Grosso y los miles de kilómetros de floresta amazónica. En Sao Paulo el horizonte se desdibuja en una zona donde el gris de los edificios confluye con el gris de la polución para convertirse en el gris del lluvioso cielo. No es de extrañar que muchos de los muros de la ciudad se encuentren recubiertos de grafitti, algunos tan interesantes como el que aparece a continuación


Por si no se lee bien: "No es arte, no es cultura, es TORTURA!"
La catedral de Sao Paulo es un tanto decepcionante a pesar de ser uno de los cinco templos góticos más grandes del mundo. Apenas tiene mas de cien años y en su interior sorprende la ausencia de reliquias o objetos maravillosos como los que se encuentran en la mayoría de iglesias europeas. Lo que sí puede encontrarse en esta catedral es gente desfavorecida durmiendo en su interior, y en cantidades preocupantes. ATENCIÓN, GANE UNA MAGNÍFICA POSTAL DE SAO PAULO DETECTANDO LA ÚNICA PERSONA QUE NO ESTÁ DURMIENDO EN LA SIGUIENTE FOTO:


Dejad vuestras respuestas en comentarios, ganador en la próxima entrada.
Tras dejar atrás la Plaza de Sé, en el epicentro de la ciudad, el ambiente se relaja y uno se adentra en una megaurbe que a la vez intimida y cautiva por su inmensidad y variedad. Al girar la siguiente esquina uno puede ser absorbido por un bloco de samba, invitado a cerveza, rociado con sprays de espuma y obligado a moverse al ritmo de los tambores y reír sin parar.
Esta experiencia resultó bastante interesante. La lluvia era tan fuerte que a los pocos minutos todo el mundo estaba completamente empapado. Cuando más intensa era la lluvia que en este momento venía de cara, más fuerte era el tronar de los tambores y el enloquecido vociferar de los ebrios carnavaleros. Acabé prestando mi chubasquero a una niñita, caminando descalzo sobre la calzada y recogiendo las cervezas que caían al suelo del carrito que abastecía a esta masa humana desde la retaguardia. Escenas como éstas no son más que el calentamiento del carnaval. Las cosas prometen volverse realmente locas de ahora en adelante hasta que termine el carnaval. Y yo en lo único que puedo pensar es en estar con Francesca. El martes me dirijo a Rio a reencontrarme con ella, me muero por verla. 

viernes, 10 de febrero de 2012

Justicia para los fieles.

Finalmente llegué a Sao Paulo esta mañana cuando la ciudad estaba todavía dormida.



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Durante las 30 horas de viaje conozco primero a un tipo francés llamado Arnaud que se ofrece a acogerme en Rio de Janeiro a partir del 14 de febrero, y luego a Luiz, un chófer que se ofrece a llevarme en su camión hasta Rio. Luiz es un tipo de lo mas amable y es capaz de fumarse 3 cigarrillos en menos de 5 minutos. Me explica que fue el director de una escuela de samba en Sao Paulo durante 12 años. Después me entrega un papel con su teléfono y quedamos que voy a llamarlo el dia 13 para decidir un punto de encuentro.  Estas recientes conexiones que he creado alivian bastante el mal sabor de boca después de los encuentros poco fructíferos establecidos con los moradores de la gasolinera en Cuiabá (ver entrada anterior). 


El resto del viaje he disfrutado de las vistas desde el bus y he presenciado la siguiente puesta de sol justo tras cruzar el puente sobre el Rio Paraná:
El rio es tan ancho que en algún punto se deja de ver la otra orilla y da la sensación que estés contemplando un sereno mar.
Tras un atasco de una hora causado por las obras de mantenimiento del puente, reanudamos la marcha y el espectáculo de color comienza en la distancia:
Aquí el sol ya se ha puesto pero todavía arroja su luz sobre las nubes en un ángulo tal que provoca estos destellos de color fuego tan impresionantes. 


De momento Sao Paulo está resultando un poco caótico, como una mezcla entre Lima y Londres. Más información próximamente, ahora me voy a conocer a Juliana, que se ha ofrecido a hospedarme en su casa por esa noche. 


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miércoles, 8 de febrero de 2012

Las horas bajas

Hace 24 horas me encontraba en el Bar do Jorge poniendo a prueba la leyenda local que cuenta que allí se consume la cerveza más fría del estado de Mato Grosso. Hace 23 horas estaba completamente convencido de que, efectivamente, Jorge sirve la cerveza tan fria que parece que se evapora al tocar tu garganta. Hace 22 horas decidí que había tomado demasiada cerveza. Hace 21 horas hablaba sin parar en todos los idiomas del mundo y me sentía libre. Hace 20 horas intentaba tomar el control de la montaña rusa que era la habitación de invitados de Vinicius. Hace 19 Horas perdí el conocimiento. Hace 14 horas me he despertaba con un sobresalto. Hace 13 horas forzaba un bollo relleno de jamón y queso con algún nombre extravagante en portugues y un café com leite en mi organismo. Hace 12 horas ponía mi mejor sonrisa a funcionar en el barrio industrial de Cuiabá para intentar conseguir un viaje a dedo hasta Brasilia. Hace 11 horas me encontraba moviendo las caderas al ritmo del maestro Tito Puente en el margen de la carretera BR 364. Hace 10 horas tomaba la siguiente foto mientras decidía continuar con mi plan de viajar a dedo y asumir las consecuencias:




Hace 10 horas mi vida empezaba a convertirse en una película de Almodovar cuando se desplazaban hasta mi posición dos sujetos de aspecto más que cuestionable desde la distancia y médicamente preocupante en el cara a cara. Al poco rato se uniría a nosotros una prostituta esquelética sobre la más tarde descubriría que nadie la ha visto nunca comer. Hace 9 horas el líder de esta pequeña tribu garantizaba poder conseguirme un conductor después de invitarle a unos cuantos cigarrillos y negarme a compartir su pipa de base. En este momento me ponía seriamente en guardia y decidía alejarme de estos personajes para seguir haciendo dedo por mi cuenta. Hace 9 horas conocía a un grupo de sujetos cuya ocupación consiste en pasar el día en la cafetería de la gasolinera comentando lo que pasa a su alrededor y llamándose "parásito" los unos a los otros. Algunos de estos sujetos parecían tener información valiosa para mi acerca de un presunto camionero que iba a salir de ese lugar con destino Sao Paulo al rededor de las 5 de la tarde. Hace 8 horas decidí no invitar a más cigarrillos a ninguno de estos parásitos y observé como la prostituta esquelética mostraba sus inexistentes pechos a una audiencia invisible en el otro lado de la carretera. En este momento decidí que no me importaba a dónde dirigirme a continuación: Sao Paulo, Brasilia, Campo Verde... lo único que quería era salir de ese grotesco y polvoriento purgatorio. Hace 7 horas empezaba a despedirme de todos estos absurdos ayudantes que ya empezaban a mostrar signos severos de embriaguez. A ratos un hombre de dimensión mayor y aspecto un poco más respetable emergía de una especie de oficina y emitía sonidos guturales, a lo que el resto de los personajes respondían dispersándose e interaccionando con escombros, pedazos de espuma sintética, trapos empapados y botellas de pinga vacías. Hace 6 horas establecía contacto con otro morador de la gasolinera que parecía ser más transparente en sus intenciones y me recomendaba que olvidase esta terrible pesadilla y me dirigiera a la estación de autobús, a unos 15 kilómetros, antes de que cayera la noche. A pesar de su claridad, éste vampiro social intentaba aprovecharse a su manera pidiéndome una pequeña aportación para cerveza. Hace 5 horas me bebía una botella de dos litros de agua de un trago. Hace 4 horas llegaba a la terminal de autobús de Cuiabá y revaluaba mis opciones. Hace 3 horas y media decidía compra el billete para Sao Paulo, la ciudad más grande del hemisferio sur con una población de 11 millones de habitantes. Hace tres horas era abordado por una prostituta mientras fumaba un cigarrillo en el exterior de la terminal.Su vestido estaba rasgado de tal manera que dejaba al descubierto un pecho que estaba cubierto de moratones. Hace 2 horas y media decidía que por hoy no deseaba hablar con nadie más y le pedía a la prostituta que se alejase de mí. Hace 2 horas conseguía hackear el internet de la sala vip de una compañía de transportes de la que no soy cliente y decidía compartir este relato con el mundo. El cielo era de este color:

lunes, 6 de febrero de 2012

Luz y color en Cuiabá

Ayer noche el hotel parecía un gallinero. Hordas de prostitutas de todas las complexiones posibles desfilaban tras la diplomática indiferencia del recepcionista mientras varones en plena crisis de los cincuenta escaneaban la mercancía y seleccionaban en silencio los cuerpos sobre los que más tarde proyectarían sus frustraciones. Luego vino el ruido. Puertas golpeando, carreras en los pasillos y chillidos indescifrables sugerían que una celebración del pecado estaba sucediendo a apenas tres muros de mi habitación. Después se hizo la calma.


Hoy he conseguido contactar con Vinicius y muy amablemente se ha ofrecido a recogerme en su auto. Dejo el equipaje en su casa y me comunica que el plan es reunirnos con unos amigos, conducir unas dos horas hasta Chapada dos Guimaraes y bañarnos en una cascada. Excelente. Pasamos el día fumando flores, conversando y absorbiendo la magia del lugar. 

La mística de la Chapada narra que existe  un flujo electromagnético que, al pasar por esta región, posibilita a las personas iniciadas un mayor contacto con los elementos y con seres de otras dimensiones. Según las profecías de Dom Bosco el alineamiento de este lugar con otros accidentes geográficos como la cordillera de los Andes o el lago Titicaca, favorecería el surgimiento aquí de la civilización perfecta. Sea como fuere, lo más impresionante de este peculiar lugar en el centro de latinoamérica es el color del cielo y la física algodonosa de las nubes cuando son bañadas el sol. A continuación un par de muestras de ello:
Matices de azul, morado y púrpura


Lluvia gris en la distancia
A continuación otra serie de fotografías tomadas entorno a las 7 de la tarde, cuando el sol desciende para esconderse tras un horizonte matemáticamente plano, tiñendo las nubes de oro, plata y azul marino:


Embobado me quedé al contemplar este espectáculo de color desde la ventanilla del coche de Vinicius

Esta es mi favorita

Más luz y color en Cuiabá


La energía sigue fluyendo y el camino se construye paso a paso. De una forma u otra al final todos los elementos acaban encajando como las piezas de un rompecabezas que, a pesar de haber dormido durante años en un polvoriento trastero, mantiene sus encajes en perfecta condición. 

domingo, 5 de febrero de 2012

Perdido en la ciudad fantasma

Después de pasar dos dias mirando el mundo a través de la ventanilla del camión de Rogério, decido que va siendo hora de cambiar de punto de vista. Rogério por fin llega a su destino, Vilhena, para reencontrarse con su família tras diez dias en la carretera. Acepto su invitación de pasar a su humilde morada y tomar café y pan con su mujer e hijos. Después, le pido que me lleve a la terminal para tomar un bus hasta Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso. Diez horas de viaje nocturno que me paso a ratos durmiento, a ratos intentando amoldar mi cuerpo cansado a las escasas posibilidades del asiento. Esta mañana he llegado a Cuiabá, en el mapa a continuación podeis ver mi ubicación:



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El calor aquí es sofocante, mucho más que en la vecina región de rondônia. Ignorando los reclamos de taxistas que ofrecen llevarme a mi destino, decido caminar hasta el centro de la ciudad en busca de un hotel donde trasnochar. Mañana puedo trasladarme a casa de un chico llamado Vinicius con el que he contactado via Couchsurfing pero hoy su casa está llena así que me toca pagar. Con todo el dinero que he ahorrado viajando a dedo y durmiendo en camiones, lo que necesito ahora es un oasis donde descansar. Durante el trayecto a pie desde la terminal de autobuses soy abordado primero por un brasilero al que invito a un cigarrillo y más tarde por unos malabaristas uruguayos de aspecto desgastado y pupilas en estado de descomposición que me invitan a fumar flores. Converso con ellos un rato y prometo volver a ese lugar mañana para formar parte de su grotesco circo ambulante. A partir de aquí me adentro en el centro e instantáneamente me sorprende la absoluta ausencia de signos de vida humana. Es evidente que no es costumbre de los cuiabanos salir a la calle los domingos bajo un sol abrasador.


La arquitectura muy bonita pero... ¿donde está la gente?
Aquello del fondo parece una iglesia, 
quizá los locales estén en misa. No, nadie por aquí.
Nadie por aquí tampoco.
¿HAY ALGUIEN EN ESTE MALDITO LUGAR?
Y para colmo se me han roto las gafas. Con lo que me ha costado encontrar algo tan simple como un hotel, mejor me olvido de buscar un soldador...
Si mañana puedo trasladarme a casa de Vinicius, me quedaré aquí un par de días. Mi intención es visitar unas cascadas famosas llamadas Chapada dos Guimaraes, a una media hora de Cuiabá. Si el chico no puede alojarme, seguramente siga tirando dedo hasta Sao Paulo.


Me despido por hoy. Gracias a todos los que habéis mostrado vuestro apoyo a través del enlace en facebook. COMENTARIOS!!!

viernes, 3 de febrero de 2012

Rogério me rescata de una insolación asegurada

La policía del Perú prefiere hacer esto antes que ponerte una multa

Vamos a ver, donde me quedé en la última entrada... Ah! ya recuerdo. Esteban me recoge en Puerto Maldonado y me lleva hasta Iñapari, pueblo trifronterizo (Perú-Brasil-Bolivia) de reciente construcción. Sobre este lugar tengo bien poco que contar, salvo que está plagado de jóvenes haitianos esperando aprobación del gobierno de Brasil para poder cruzar la frontera en busca de un futuro mejor para ellos y sus familias. Los haitianos más tarde tendrán sin saberlo un papel fundamental en el desarrollo de los acontecimientos. Por la noche dormí en una litera en el camión de Esteban y por la mañana nos levantamos para descubrir que los oficiales de policía aduanera del Perú habían deshinchado una de las ruedas del camión porque, presuntamente, estaba estacionado incorrectamente pero no tenían autoridad para multarlo. Por cortesía ayudé a Esteban a solucionar el problema con herramientas bastantes rudimentarias y dos horas y 150 picaduras de mosquito más tarde, estaba listo para despedirme del afable conductor y reemprender mi camino a pie a través de la frontera con Brasil. Sello mi pasaporte, entrego mi targeta de inmigración a las mismas autoridades que horas antes se habían tomado la justícia por su mano, y de repente me encuentro en otro país.
Aquí estoy cruzando la frontera entre el Perú y Brasil. Atrás dejo un sinfín de historias  y la promesa de volver a este país mágico


Al otro lado de la frontera se encuentra el poblado de Assis Brasil, un lugar que pasará a los anales de la historia con más pena que gloria. Aquí busco un restaurante y devoro mi primer almuerzo brasilero (carne de olla con frijoles y arroz) y noto por primera vez que Brasil no es ni por asomo tan barato como el Perú, a pesar que el cambio respecto al euro sigue siendo favorable para el viejo continente, a partir de ahora tendré que tener cuidado con lo que gasto. Más tarde agarro un taxi compartido con varias personas con las que apenas converso y me transporto a Brasileia. Aquí me dirijo al terminal de autobuses y compro un billete para Rio Branco, capital del estado de Acre, por 28 reais. Mientras espero, un jóven que más tarde conoceré por el nombre de Odisney se dirige a mi en perfecto español para comunicarme que el bus que estoy esperando no admite pasageros puesto que ha sido fletado por el gobierno brasilero para transportar a los haitianos mencionados más arriba hasta Sao Paulo. me alegro por ellos. Las malas noticias son que tendré que esperar al siguiente bus que tardará 4 horas en salir. Las buenas noticias son que la mamá de Odisney me ofrece quedarme en su casa de Rio Branco, a lo que accedo sin dudarlo un instante. Tras perder casi todo el dia esperando y más tarde en un trayecto en bus sin eventos a mencionar, salvo que paso todo el rato conversando con Odisney y descubro que es una maravillosa persona, finalmente llegamos a Rio Branco. Al dia siguiente Odisney me acompaña a conocer la ciudad. Visitamos el palacio de la presidencia y aprendo sobre la historia del estado de Acre (arrebatado de Bolivia por los Brasileros hace cien años, este estado en desarrollo debe su crecimiento económico a la industria del caucho, muy en alza durante la segunda guerra mundial).
Hospitalidad brasilera
A la derecha estoy relajándome en casa de Odisney
Al dia siguiente comunico mi intención de viajar a dedo (pegando carona en portugués) y le pido a mi nuevo amigo que me indique cual es el mejor lugar para intentar abordar a camioneros en su trayecto de salida de la ciudad. Odisney opina que mi empresa va a fracasar debido a la desconfianza de los camioneros de la zona, que temen ser asaltados por bandidos. Yo insisto y finalmente consigo que me acompañe al lugar apropiado. Allí espero cartelito y pulgar en alto durante cuatro horas. Canto, bailo, grito y salto intentando captar la atención de los conductores y lo único que consigo es agarrar una terrible insolación. Cuando estoy a punto de abandonar, un joven camionero llamado Rogério se detiene al margen de la carretera y ofrece llevarme a Porto Velho. El resto del día lo he pasado practicando mi portugués y disfrutando del paisaje selvático. Ahora me encuentro en una estación de servicio a punto de irme a dormir a la parte trasera del camión de Rogério. La buena noticia? Rogério transporta colchones. La mala? en este momento todavía no ha recogido su carga de modo que me toca dormir en el frio y húmedo suelo. Mañana recorreré 700 kilómetros más hasta llegar a Vilhena, cada vez más cerca de mi amor. Pero eso ya es otra historia. Buenas noches.

miércoles, 1 de febrero de 2012

En Rio Branco


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Ahora me encuentro en Rio Branco, Acre, Brasil, en la habitación de mi nuevo amigo brasilero llamado Odisney al que he conocido por una de esas carambolas del destino mientras esperaba un bus un un lugar en medio de la nada llamado Brasileia. Pero antes conviene que rebovine y relate algunas de las aventuras que me han traido a este lugar.
El 29 de enero llegué a Puerto Maldonado tras un accidentado viaje en bus desde Cusco. Accidentado porque estuvimos atrapados en la carretera  que desciende por la ladera este de los andes durante ocho horas debido a un desprendimiento de tierra y rocas causado por la incesante lluvia. Claritza me hospedó en su casa y se disculpó nada más llegar por el terrible olor a putrefacción, aparentemente su vecina había matado a un perro la semana anterior y había escondido el cadáver en un lugar cercano. Puerto Maldonado es una ciudad que nada tiene que ver con las capitales coloniales del Perú; tiene una história reciente y se ha desarrollado a partir del descubrimiento de llacimientos mineros en sus alrededores.




Esta es la casa de Claritza el dia que llegué, terrible lluvia y a pesar de ello uno no puede dejar de sudar. Otro gran problema en este lugar es la abundancia de mosquitos "zancudos", responsables de transmitir un tipo de fiebre llamada "dengue" que te deja fuera de combate durante 10 dias. Por suerte de esto me he librado de momento gracias al spray antimosquitos que muy inteligentemente incluí en mi equipaje.
 A la derecha el rio Madre de dios, que limita l ciudad de P. maldonado en su lado este. Debajo el puente que atraviesa el rio de lado a lado. Éste es el puente más largo del Perú y ha dejado obsoleto el método de cruzar el rio en barcaza, también ha dejado sin trabajo a toda la gente que se dedicaba a este lucrativo negocio.



El dia 1 por la manyana me despedí de Claritza y me puse a hacer autostop en una gasolinera que se encuentra tras cruzar el puente, a unos 4 Km de la ciudad. Tras una hora y media asándome bajo el sol amazónico, justo cuando estaba a punto de abandonar y volver caminando hasta la ciudad para allí tomar un bus, me recogió un camionero con cara de buena persona. Esteban, natural de Oxapampa y afincado en Lima, casado y padre de dos hijos varones, enfermero de vocación y transportista de madera de profesión. A partir de aquí todo adquiere un tono surrealista en un trayecto a través de la autopista interoceánica hasta llegar a Inyapari, última población del lado peruano, y más tarde a Rio Branco, Brasil, donde me encuentro actualmente. El internet empieza a funcionar defectuosamente así que me voy a guardar las mejores histórias para la próxima entrada.


POR CIERTO,  la respuesta acertada para el reto que os planteaba en la entrada anterior es... efectivamente el tipo del pañuelo verde. Era muy evidente?? el ganador de la pulserita cusquenya es el tio Alberto por ser el primero en contestar. Besos a todos y espero poder enviar noticias en breve.


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